Por Dr. John C. Maxwell
Los oradores motivacionales han
recomendado el lema “la actitud es todo”. Aunque no existe duda acerca
del poder de una visión positiva, la actitud por sí sola no lo llevará a
la cima. Por si misma, la actitud es incapaz de resucitar un plan de
negocios fracasado o compensar una deficiencia en el conocimiento. La
actitud no puede alterar la realidad o reversar una situación financiera
desastrosa.
La doctrina “la actitud es todo” se
puede volver peligrosa cuando una persona vive con la esperanza de lograr
algo en lugar de hacer lo que tiene que hacer para lograr el éxito.
Albergar pensamientos como , “todo cambiará para mejorar” , sustituyen la
planeación y el esfuerzo. La actitud tiene un beneficio innegable, pero
no es un tiquete mágico que compense el fracaso en el desempeño. Usted no
puede desconectar la actitud de la realidad y esperar tener éxito.
Debido a que la actitud usualmente
es presentada como la panacea, en esta edición de LW, me gustaría aclarar
las impresiones irreales de lo que la actitud puede lograr. Al mismo
tiempo, me gustaría promover los magníficos beneficios de tener una gran
actitud.
Lo que su actitud no puede hacer por usted.
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Su actitud
no puede sustituir la capacidad
En mi experiencia gerencial, he cometido el error de contratar personas
basándome en la actitud y no en la habilidad. Erróneamente pensé que la
gente con una mentalidad positiva eventualmente encontraría la forma de
que un trabajo se hiciera sin que tuvieran las habilidades exactas para
cumplir con su papel. Desafortunadamente, no hay substituto para el
talento. Una actitud de seguridad no puede reemplazar la capacidad.
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Su actitud
no puede sustituir la experiencia
Los idealistas tienen un intenso deseo de cambiar el mundo y a menudo
tienen la actitud suficiente para lograr sus ambiciones. Sin embargo, al
no tener experiencia, sus olas de entusiasmo se estrellarán contra las
orillas de la realidad. Ciertas posiciones de liderazgo, debido al
alcance de su responsabilidad – exigen cierta clase de sabiduría que se
gana solamente a través de la experiencia.
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Su actitud
no puede cambiar los hechos
Como dijo John Adams, “Los hechos son testarudos.” Puede ser doloroso
aceptarlos pero no se pueden ignorar. La actitud por si sola no puede
reversar cifras financieras que muestran a una compañía al borde de la
bancarrota. La realidad para muchas compañías involucra decisiones
difíciles como utilizar recursos externos o despedir personal para reducir
costos.
Por si misma, la actitud no puede parar la marea de una industria que
evoluciona. Por ejemplo, los periódicos deben ajustar sus estrategias de
publicidad para confrontar el hecho de que los consumidores están
dirigiéndose hacia las noticias en línea. Sin un cambio fundamental en su
modelo de negocios, los periódicos tradicionales se enfrentan a la
extinción, a pesar de las actitudes que permean la cultura de su
compañía.
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Su actitud
no puede sustituir el crecimiento personal
La actitud nos llena con la esperanza de que podemos alcanzar nuestros
sueños. Sin embargo, la esperanza separada de la acción no funciona. En
palabras del músico Bruce Springsteen, “llega el momento en el que usted
tiene que dejar de esperar por el hombre en que quiere convertirse y
empezar a ser el hombre que quiere ser”. Nunca deje de soñar, pero tampoco
deje de crecer si espera que sus sueños se conviertan en realidad.
Lo que su actitud puede hacer por usted
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Su actitud
hace una diferencia en la forma en que aborda la vida.
Nuestro desempeño posiblemente podrá igualar las expectativas que tenemos
acerca de nosotros mismos o las expectativas que permitimos que otros nos
impongan. De hecho, es muy difícil comportarse de un modo que va en
contra a nuestras propias expectativas.
En los niveles profesionales, los atletas son animados a visualizarse a si
mismos teniendo un desempeño exitoso antes de una competencia. La
visualización ha probado ser una técnica productiva para mejorar el juego
de los atletas. Asimismo, inundar su mente con pensamientos de liderazgo
exitosos puede ser crucial al fijar expectativas saludables.
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Su actitud
marca la diferencia en sus relaciones personales.
Muchas factores intervienen cuando se trabaja con la gente, pero lo que
logra o destruye las destrezas interpersonales es la actitud de una
persona. En mi libro, Ganando con la Gente, describo 25 principios
personales que cualquier persona puede usar para ser mejor al crear
relaciones y trabajar con otros. Muchos de esos principios están basados
en la actitud. Aquí cito algunos ejemplos:
-
El
Principio del Lente. Lo que somos determina la forma en que vemos a
los demás. La percepción que tenemos acerca de los demás depende
más de nuestra actitud que de sus características. Si somos
positivos, los veremos positivos.
-
El
Principio del dolor. La gente que sufre, lastima a otros y se siente
lastimada por los demás con facilidad.
Nuestras experiencias negativas y nuestro equipaje emocional colorea
la percepción que tenemos acerca de las acciones de los demás. Una
interacción normal puede causarnos dolor aún cuando una persona no
haya hecho nada para producirlo.
-
El
Principio del Elevador.
Podemos edificar a las personas o menospreciarlas en nuestras
relaciones. La gente poseen la mentalidad de edificar o limitar a
los demas.
-
El
Principio del Aprendizaje: Cada persona que conocemos tiene el
potencial de enseñarnos algo.
La gente que posee una actitud de aprendizaje puede aprender de cada
persona que conoce. Por el contrario, una persona que asume que los
demás no tienen nada que ofrecer se aleja de las relaciones con las
manos vacías.
-
Su actitud
hace una diferencia en la manera en que usted se enfrenta a un reto.
Las circunstancias parecen ser determinantes en la creación de los grandes
líderes y pensadores, pero esto solo se cumple cuando tienen la actitud
correcta. Su actitud es el pincel de su mente. Su actitud colorea su
mundo con brillante optimismo o lo cubre con una oscura capa de
negatividad. Considere estos ejemplos históricos de líderes cuyas
actitudes los llevaron más allá de las circunstancias:
-
Demóstenes, llamado el orador más grande de la Antigua Grecia, tenía
un defecto del habla, el cual superó recitando versos con pequeñas
piedras en la boca y hablando por encima del rugir de las olas a la
orilla del mar.
-
El
compositor Ludwig Van Beethoven escribió su mejor sinfonía después de
quedarse sordo.
-
John
Bunyan escribió, “Pilgrim’s Progress” mientras estaba en prisión.
Daniel Defoe también escribió su obra Robinson Crusoe mientras se
encontraba en prisión.
-
Franklin
Delano Roosevelt es considerado por muchos como uno de los mejores
presidentes americanos. A pesar de sufrir de polio, FDR dirigió la
nación a través de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial.
Por años he tratado de vivir bajo la siguiente afirmación: No siempre
puedo escoger lo que me ocurre, pero siempre puedo escoger lo que ocurre
en mi interior. Mi actitud durante circunstancias que no están bajo mi
control pueden marcar la diferencia. Mi actitud durante circunstancias en
que sí tengo el control harán la diferencia.
Resumen:
Lo que su actitud no puede hacer por usted
-
Sustituir la
capacidad
-
Sustituir la
experiencia
-
Alterar los
hechos
-
Sustituir el
crecimiento personal
Lo que su actitud puede hacer por usted
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Hacer una
diferencia en la forma en que aborda la vida
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Hacer una
diferencia en sus relaciones personales
-
Hacer la
diferencia en la forma en que enfrenta a los retos